En una foto conjunta, el jefe del gremio de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, y diez intendentes del Conurbano bonaerense se mostraron juntos para resistir el traspaso de la empresa Aysa a la órbita bonaerense.

La reunión asoma como la primera maniobra en bloque de los intendentes peronistas para evitar que Aysa -proveedora de agua y cloacas en el AMBA- salga de la estructura del gobierno nacional para pasar a la provincia. Un dato que revela la importancia que le dan los intendentes al tema es que en la foto estuvieron todos los alcaldes peronistas vinculados con la empresa a través de sus distritos.

El reclamo de los peronistas responde a un pedido de María Eugenia Vidal que le pidió a los alcaldes de la oposición que salgan a rechazar el traspaso. Hasta ahora solo algunos intendentes se habían manifestado de manera individual contra el pedido de los gobernadores.

Pero ahora, la foto de los diez intendentes con Lingeri le da fuerza al rechazo por el traspaso, un pedido de los gobernadores (con el cordobés Juan Schiaretti) a Mauricio Macri.

Junto al líder de Obras Sanitarias aparece Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Gabriel Katopodis (San Martín), Juan Zabaleta (Hurlingham), Andrés Watson (Florencio Varela), Anibal Regueiro (Presidente Perón) y Julio Zamora (Tigre).

En diálogo con LPO, el intendente de Esteban Echeverría aseguró que "la discusión de fondo es la coparticipación de la provincia de Buenos Aires. La Gobernadora se debe poner al frente de esa discusión y reclamar los fondos que le corresponde a esta provincia", dijo y agregó que "si tenemos la coparticipación que nos corresponde podemos recibir Aysa y el resto de las empresas de servicios". 

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Otro de los intendentes presentes en la reunión aseguró que con la foto se buscó un fortalecimiento recíproco entre la empresa y los intendentes. "Existe un rechazo unánime al traspaso de Aysa a la provincia porque eso impactaría en las obras", explicaron los alcaldes.

El planteo de los intendentes es que el ajuste que está planteando el gobierno nacional no tiene que impactar en las obras de Aysa. "Hay otras obras que pueden frenarse en la Ciudad de Buenos Aires, pero de ninguna manera obras de agua y cloacas que impactan en muchos barrios humildes", dijo a LPO uno de los intendentes que posó en la foto con Lingeri.

Para los alcaldes, el traspaso significaría el fin de las obras. La empresa pasaría a colgar del organigrama provincial y su presupuesto estaría delimitado por las golpeadas finanzas bonaerenses.

Otro intendente fue categórico con su postura. "En el Conurbano tenemos cordobeses, santiagueños, correntinos y de todas las provincias. Nosotros administramos un Conurbano bien federal", dijo.

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En la empresa temen que el traspaso complique un crédito de 500 millones de dólares que gestionó a fines de enero en el mercado europeo y que había sido adelantado por LPO.

Eso podría caerse ante un eventual traspaso al gobierno. Es que, según trascendió, la operación que estuvo a cargo de los bancos Citigroup, Deutsche Bank y Hsbc se cerró en base a la composición accionaria actual de la empresa.

AySA lleva adelante alrededor de 260 obras para la ciudad de Buenos Aires y los 26 partidos que forman parte de su área regulada, con una inversión prevista de US$ 1000 millones por año.

Con todo, la foto de hoy fue la acción de resistencia más importante en momentos en que se empezó a negociar por el traspaso.